Se ha de
reconocer que la modernidad nos ha concedido aportaciones magníficas. Sobre
todo nos ha permitido realizar un desarrollo científico extraordinario y un
alucinante despliegue tecnológico.
Finalmente, la revolución informática actual ha introducido una
velocidad de vértigo en todos los ámbitos. De esta manera, hemos entrado en una
era de progreso acelerado, donde todo se mueve a un ritmo frenético.
Pero, al
mismo tiempo, este marcado triunfo de lo
empírico, de lo externo, de lo material nos ha ido disociando de lo
interno, de los valores de fondo, de lo
interior, de lo subjetivo… En definitiva, nos ha dejado huérfanos de
profundidad… Nos ha dejado huérfanos de Espíritu.
La
tecnología ha conseguido un mundo mucho más cómodo y sofisticado… pero no nos
ha hecho más felices. Y para remate, el derrumbe de lo social, el cataclismo de
los paradigmas políticos ha acabado con las ilusiones. Entre el colapso del
comunismo y la agonía del capitalismo nos ha quedado un horizonte más que
sombrío.
Vivimos con
poco entusiasmo, con poca alegría, con pocos valores motivadores: a duras
penas queda la idea del progreso, como
mucho… y así la inquietud natural del ser humano, en este mundo postmoderno,
chato y sin fe, se ha ido convirtiendo en
un vacío existencial que se
pretende sofocar a base de un consumismo compulsivo. Desde luego, se intenta
encontrar la alegría de vivir de forma desesperada. Sin duda, la sociedad actual es una sociedad
hedonista, pero practica un hedonismo vacío y de fuga. Busca el placer a toda
costa y, además, lo hace de forma tan superficial y compulsiva que lo que logra
es hundirse cada vez más en el ansia y la angustia.
La
PSICOHEDONIA, en cambio, como sistema de vida, nos invita a un hedonismo mucho
más profundo. La PSICOHEDONIA nos
propone abrirnos a la Alegría natural de la Existencia, desde un hedonismo
humanista, que hace un aprovechamiento de la vida en todas sus vertientes. La
PSICOHEDONIA no busca el placer como escape del dolor y menos aún a través del
consumismo. La PSICOHEDONIA no se interesa por la posesión. No se basa en el
tener, sino en el ser.
La
PSICOHEDONIA entiende que llegado a un punto, no se trata ya de consumir más, ni de
poseer...
... sino de expresarse a sí mismo.
La
PSICOHEDONIA redescubre el placer de sentir la vida a través de las
posibilidades que nos ofrecen nuestras propias cualidades, nuestro propio
potencial. Es una forma alternativa de experimentar la vida a la ofrecida por
la sociedad materialista y competitiva, que nos arroja tiránicamente hacia lo
externo, en una huída hacia adelante, a una horizontal y superficial
experiencia vacía.
La
PSICOHEDONIA desarrolla todas las
dimensiones personales y transpersonales en una práctica integral de vida,
estimulando la conciencia sensorial que nos ancla en el presente y nos centra
en el aquí y el ahora.
La
PSICOHEDONIA enseña a consumar en lugar de consumir. A experimentar plenamente
la vida: desde la agonía hasta el éxtasis. Pues integrando ambas polaridades de
la realidad, más allá del placer… más allá del dolor, es como irrumpe de forma
impresionante el auténtico goce de la existencia: la DICHA… el auténtico
sentimiento psicohedónico. ¡La Celebración de la Vida!
Escrito por Lauren Sangall. Psicólogo Clínico. Psicoterapeuta. Premia de Mar -Barcelona- Tel. 93 751 63 54 e-mail: laurensangall@gmail.com
Escrito por Lauren Sangall. Psicólogo Clínico. Psicoterapeuta. Premia de Mar -Barcelona- Tel. 93 751 63 54 e-mail: laurensangall@gmail.com
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