martes, 21 de agosto de 2012

“Canta, cigarra…”





Le preguntarías a un niño porqué corretea tras las mariposas de colores? ¿Y sobre qué es lo que cree que va a conseguir con ello…? ¿Acaso le cuestionarías el tiempo que lleva haciendo castillitos de arena o buscando conchenas y caracolas por la orilla del mar…?





Después de varias semanas escribiendo sobre la CRISIS y tras un año ya recorrido (pues ya se ha cumplido el año desde que aparecí en la red, con aquel mi primer post“Ahora vengo yo a cantar sereno”  http://tallerpsicologia.blogspot.com.es/2011/08/y-ahora-vengo-yo-cantar-sereno.html), ahí fuera,  agosto continua avanzando  y el verano se nos va escurriendo como arena fina de entre los dedos… 

En estos días color de melocotón, días tórridos que llaman al solaz, al descanso, al juego o a la aventura… días de vacaciones, sin duda más modestas que en otros tiempos pero vacaciones al fin, no voy a hablar de CRISIS ni de temas transcendentales. Esta vez no voy a exponer reflexiones profundas, pues igual que titulaba una antigua canción, hoy canto solamente por cantar...



¡Sí! Hoy quiero pasear por la playa tarareando canciones. Quiero bañarme en el mar… y tumbarme en la orilla a sentir la brisa y el sol sobre mi piel… Quiero lanzarme al río desde lo alto de los puentes… y nadar gozoso, siguiendo el flujo de las aguas… Quiero disfrutar la frondosa sombra de los árboles… sestear en la calurosa tarde mientras suena en el aire algún reggae de Bob Marley… Sentarme en el suelo a comer almendras… tocar la guitarra… bajito… Degustar  la pereza, con unos amigos, charlando sin prisas, con el corazón abierto… Danzar al son de los tambores… Reír… y llorar de amor…


Quiero proclamar que ninguna crisis podrá arrebatarme los cielos anaranjados del atardecer... ni las puestas de sol. Y cuando las últimas sombras acaben de alargarse y la hecatombe del día tiña de púrpura la esquina del mar, me tumbaré en la yerba… o sobre la arena, a mirar como pasan los aviones… hasta que el sueño me venza, contemplando las estrellas.



Vivir… para vivir. Como cantaba Serrat, “sólo vale la pena vivir, para vivir…” Saborear la propia Vida… sin ponerse serio. La vida sin objetivo, sin meta… Porque la Vida, en sí misma, es la única meta. Sin más propósito que jugar con ella…   ¡La alegría sin objeto…!  ¡Eso es todo! ¡Canta, cigarra… que ya está llegando el día!

        

 Escrito por:Lauren Sangall Psicólogo Clínico. Psicoterapeuta. Premia de Mar -Barcelona-     
 T. 93 751 63 54      e-mail: laurensangall@gmail.com 

martes, 7 de agosto de 2012

“¿Qué hacemos con la crisis?” (3ª. Parte.) (“Reinvertarse a sí mismo”)




            Por tercera semana consecutiva escribo sobre el tema de la Crisis. He tratado de expresar en estos posts la esencia positiva que encierra toda CRISIS  y para ello he buceado en el griego, en el chino, en el sánscrito... He hablado de la crisis como “oportunidad de crecimiento”, como “purga depurativa” de nuestras vidas, como un momento de inflexión transcendente que, bajo el riesgo y el peligro manifiesto, estaría ofreciendo encubiertamente la posibilidad de evolucionar... He invocado a la “Resiliencia”...  al espíritu del Ave Fénix... a los enigmáticos Señores del Fuego, pues la CRISis, igual que el CRISol de los alquimistas, habría de servir para separar la mena de la ganga, la  escoria de la esencia, a fin de transformar nuestra somnolienta y plúmbea vida en una existencia áurea y consciente...



            Pero con todo ello no pretendo, en absoluto, justificarla socialmente y mucho menos predicar la resignación... Desde luego, no se dejen narcotizar por las múltiples cortinas de humo y conserven bien despierta y afilada su conciencia crítica (en todos los sentidos). Por supuesto, no dejen de denunciar que los máximos responsables del horrible envoltorio con que se nos ha caído   encima esta crisis son, en primer grado, aquellos que ostentan las cúpulas del poder: gobernantes, políticos, líderes religiosos, banqueros... usureros y grandes magnates... Pero más allá de divulgar cuanto puedan la denuncia constructiva, dejen de malgastar sus energías en la queja repetitiva y el lamento jeremíaco, y, por lo que más quieran, traten de recuperar lo máximo posible, como decía en el primer post de esta trilogía, una inspiración poderosa que ya casi habíamos olvidado: “¡La imaginación al poder!”




            Dejemos de llorar sobre la leche derramada y permitámonos incubar cualquier nueva propuesta que pueda ser sostenible y que nos pueda ayudar a avanzar. Permitámonos, digo, imaginar sin miedo. ¡Sin complejos! He visto en Barcelona restaurantes que ofrecen un “Menú espress” cuyo precio es “la voluntad” del comensal... ¡y salen adelante! ¡Y todos ganan!

            Me resulta inconcebible que los bares y restaurantes lancen a diario inmensas cantidades de comida... mientras que, cada vez más, personas rebuscan en los contenedores de basura.  ¿Y qué me dicen de la ingente cantidad de alimentos que tiran las cadenas de hipermercados cuando llegan a la fecha de caducidad, mientras que resultan perfectamente consumibles en un ámplio margen de días e incluso de semanas, según el caso...? ¡Cada año se tiran mil trescientos millones de toneladas de alimentos!¡La tercera parte del consumo mundial!
           


            La Crisis debería actuar de revulsivo y azuzar nuestra imaginación... Los psicoterapeutas, por ejemplo,  ahora solemos realizar talleres o seminarios de potencial humano... y puestos ya a abrirnos al gran público, los que nos encontremos cómodos en el rol de comunicador, podríamos, incluso, aventurarnos en las artes escénicas y  explotar nuestra bis cómica, para acabar ofreciendo monólogos de café-teatro, aprovechando el tirón de la moda, y fusionar, de esta forma, la vertiente lúdica con la formativa, el divertimento con el crecimiento personal... ¡No es del todo broma! ¡Combinar la meditación con el chiste, como hacía Osho, puede ser genial! ¡Abogo por el Yoga de la Risa, los Payasos sin Fronteras... por las difusión popular de la Biodanza, el Canto Primal y la Risoterapia...!


            ¡Se necesitan tormentas de ideas! ¡Dense el permiso de imaginar sin límites...! Jugueteen con la arena de la playa, como hacía Jung ... o hagan pompas de jabón, como Einstein... Paseen por la Naturaleza... contemplen el amanecer... o las puestas de sol... ¡O las estrellas...! Coloreen mandalas, dancen al son de los tambores... o practiquen meditación... pero, en definitiva, permítanse un espacio para que pueda irrumpir la creatividad.


            A la vieja y sabia admonición socràtica de “zapatero a tus zapatos” habremos de añadirle intensamente el elemento creativo. Cada cual a lo suyo... pero esforzándonos por crecer, por extendernos... por hacer que nos nazcan nuevos “brazos”, nuevos tentáculos adaptativos... Pues, tal vez, queden aún infinitas formas de reinventar la rueda. Y resulta que ahora es hora es  descubrir. Es hora de inventar... ¡Es hora de reinventarse a sí mismo!





 Escrito por:Lauren Sangall Psicólogo Clínico. Psicoterapeuta. Premia de Mar -Barcelona-     
 T. 93 751 63 54      e-mail: laurensangall@gmail.com